DUELO un reto y desafio..

Todo se inicio, cerca de las siete de la tarde, cuando llegaba de la universidad y recibía una llamada telefónica. Era él; quería hablar con sus pollitos. Nos despedimos hasta un ......

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Location: Chile

Wednesday, May 17, 2006

LA TINTA CAMBIO DE COLOR

Que la tinta cambio de color, porque el gris es aún triste.
Yo sabía donde estaba, lo que no sabía era cuando y para que lo conocerían.Agosto 1985, más de veinte años habían pasado.
Una carta de veinte años atrás.
Una carta para ustedes, o una carta para mí, para poder masticar mi propio dolor, para hacerlo más tangible, para no olvidar, en fin una carta que dirigí a niños, que ninguno sabía leer en ese entonces, que jamás imaginé que publicaría y que les decía que:
"Si para ustedes ha sido difícil sobrevivir estos momentos, para mi lo ha sido también, de manera diferente, pero muy dura, porque yo no perdí a un padre a la edad de ustedes, y por más que trato decirles los que necesitan, me encuentro con que el sentimiento de pena es tan grande y la profundidad de sus preguntas tan inmensa, que a veces los subestimo, y quizás los he herido, o no les he dado las respuestas que esperaban. Pero yo tampoco las tengo.
Perder a un marido, a un amigo-como tu padre me decía- (somos muy amigos) es perder el doble. Perder a una persona tan inteligente, bondadoso, es aún más difícil, acostumbrarse a su ausencia. Es como perder la mitad de tu cuerpo, pero a Dios gracias, ustedes pequeños míos, han colocado en mí la fuerza, la razón que se necesita para vivir este impacto.
Ignacio, tu con tu silencio, a ratos con tu soledad y aislamiento, con tus dolores de estómago cada vez que nos sentamos a la mesa, y dolores de cabeza, con la soledad que tu sientes, con esa mezcla de sentimientos de odio en algunos momentos ( como cuando el papá se enojaba, porque no me aguantaba que te diera de comer en la boca) y por otro lado con ese amor inmenso por el solo hecho de ser tu padre, por salir a trotar con él, por los cuentos que les narraba, por la dedicación que les daba, por ese PAPA-DIOS que aún podía solucionarte aquellos juguetes que rompías y verlo más grande de lo que en sí era, con tus juegos de niños y tus preguntas de adulto-niño, niño-adulto, adulto-adulto ¿te cuento un par?:
Si tu eres viuda, y yo ¿Soy huérfano de padre?
¿Como chocó la camioneta, porqué no voy la roca y si había neblina porque iba solo?
¿Qué otros niños no tienen papá?
¿Qué otros papás se mueren jóvenes? Yo no tengo pena por el papá.
Mamá; yo miro la mecedora y veo a mi papá.
Y tú mi princesita, tan madura, tan sensible. ¿No es acaso la misma sensibilidad que tu padre inmortalizó en tantos cuadros, o en la toma de una foto? Como te has ido haciendo cargo de cada uno de nosotros, con la preocupación constante que demuestras, con lo perceptiva para poder entender y explica que cuando tus hermanos se portan mal, es porque echan de menos a tu papá. Tanta sensibilidad para captar los sentimientos de cada uno. Tantas preguntas ¿Como es el cielo?
¡Justo nos tenía que pasar a nosotros!
¿El papá sabe todo lo que yo hago?
¿Uno se puede morir de pena?
¿Y de susto?
¿Mis hijos van a tener abuelo?
Ah! Y el enanito como el papá te llamaba Javier, tan fuerte, tan simpático, tan inteligente, tienes también con un razonamiento primitivo para nosotros los adultos, una elaboración y una sabiduría para vivir, propia de tu padre, que en más de una oportunidad me has dejado helada. Estás en estos días hiper irritable, rebelde, e hiperkinético. Sé que es una forma de demostrar tu pena, pero no puedes comprender que yo también la tengo, que por eso estoy tensa.
Qué come él?
¿Era mi papá el mejor ingeniero de Chile?
Me gustaría tener un lápiz mágico y poder dibujar a mi papá que hable y se mueva.
A la mamá se le va ha acabar la pena el día que esté en el cielo con el papá.

También me he preguntado ¿Por qué a nosotros? ¿Para quién es esta prueba? ¿Qué hay más allá? Siento las mismas dudas e inquietudes que ustedes.

Tantos momentos vivido, tan intenso, lazos tan fuertes a pesar que en muchas oportunidades discutiéramos frente a un problema, pero sentimientos de amor, de respeto, de admiración, de compañerismo primaron ante cualquier otro.No me es fácil vivir sin él, al contrario; me es angustiosamente difícil. Es tan difícil aceptar los cambios y ver como en cada uno ha repercutido tanto.

Son las ocho de la noche. Están cansado y se han dormido en mi cama, quizás soñando con él, talvez un sueño angustioso, eso lo sabré después. No quiero mirarlos, tampoco puedo leer, no me concentro, solo pienso en una sola frase, no quiero que amanezca, no quisiera despertar.

No soy capaz de tomar el desayuno en la mesa del comedor. El espacio se nota. He inventado sacar una silla, no es la silla, es la ausencia de Lucho que no pasa, es la moto frente a mi, es el ultralight detenido. Es…..una prematura partida.

Ya he cumplido un mes, el primero de todos los meses venideros, de todo el resto de mi vida.

He viajado a Tocopilla junto a tres amigos, he recorrido los lugares y conversado con las últimas personas que lo vieron. Me he encontrado con sus restos, y los he recogido con respeto, con rabia, con pena, con amor, con orgullo, con celos, con una sensación de ayer, de pasado que cada día ira perdiendo lozana y cuando los años avancen, quizás no recuerde que ayer estuvimos juntos tomando un café, conversando un vinito tinto en una parrillada, que ayer fuimos uno, y hoy solo soy yo.

Uf!!!! La empresa, lo económico, el mañana. Hoy el gerente general me ha tratado de convencer, en una discusión de ¿Cuánto vale un padre muerto? Que mañana ustedes estarán muy orgullosos de mí, y al igual que la película dirán ¡QUE BUEN PADRE FUE MI MADRE!



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